Astudillo, la reelección
Una penúltima, fue la dada a conocer el pasado 5 de octubre del 2020, en el que, de acuerdo a Mitofsky, Héctor Astudillo, con el 50.4 de aprobación, se encontraba entre los diez gobernadores mejor evaluados.
A un año de que termine su gobierno, Astudillo Flores, es uno de los diez mandatarios mejor evaluados por la ciudadanía, y con una popularidad firme, gracias al trabajo realizado en lo que va de su administración.
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Otra encuesta, –efectuada el pasado 13 de diciembre–, confirma el buen ejercicio de Astudillo en el estado de Guerrero al aumentar ocho puntos más a su favor para este cierre de año, y lo ubicó como el sexto gobernador mejor evaluado en México.
Cabe resaltar que durante este 2020, Héctor Astudillo se ha mantenido dentro del top 10 de los gobernadores mejores aprobados del país, y el pasado 13 de diciembre alcanzó el mejor lugar al lograr la sexta posición.
Así, lo reveló la más reciente encuesta de El Financiero, realizada a poco más de 6 mil entrevistados por vía telefónica, en las 15 entidades donde habrá elecciones para gobernador el próximo 2021.
Lo que significa que Héctor Astudillo abrió las puertas al PRI en donde, en 2021, se renovarán la gubernatura, diputaciones federales, locales y presidencias municipales, en alianza con el PRD, por lo que el camino no será tan fácil para los contendientes de los otros partidos.
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Pero, eso exactamente, ahí está el pero, en el que el PRI habrá que elegir a los hombres que garanticen el real triunfo, en la cual los personajes tendrán que tener la sencillez, experiencia, trabajo, honestidad y la aceptación de la ciudadanía. Porque, de haber imposiciones, se podrían en riesgo el proyecto político de Héctor Astudillo de seis años, para entonces.
Las puertas están abiertas. El gobernador Héctor Astudillo, está cumpliendo y está trabajando, y alguien, de ese mismo carácter, tendrá que darle seguimiento a su proyecto que ha venido tejiendo y sembrando a lo largo de estos cinco años, a favor del pueblo guerrerense que no se merece ya mayores experimentos políticos.
El priista Héctor Antonio Astudillo Flores, quien en su segundo intento ganó la gubernatura para el periodo 2015-2021 con la coalición “Un Guerrero con Orden y Paz”, conformada por el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Verde Ecologista de México.
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Es necesario destacar, en ese entonces, que el desarrollo del proceso electoral de 2015 en Guerrero se llevó a cabo en medio de una crisis política causada por la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de 2014; entre cuyos efectos estuvo la renuncia al cargo el gobernador constitucional del estado, Ángel Aguirre Rivero el 23 de octubre del mismo año.
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Pero también, Astudillo Flores, en las elecciones estatales de 2005, en su primer intento para gobernador, entonces candidato por la coalición «Todos por Guerrero» conformada por PRI, el PT y el PVEM, resultó en segundo lugar con un total de 450,894 votos, representando el 42.1 del total, siendo ganador el perredista, Zeferino Torreblanca Galindo, con el 55.1 de los sufragios.
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Astudillo ha ocupado los cargos de Diputado Local, Presidente Municipal de Chilpancingo, Senador y candidato a Gobernador. Desde el 1 de enero de 2009 y hasta el 30 de septiembre de 2012 se desempeñó nuevamente como presidente municipal de Chilpancingo de los Bravo.
Entonces la decisión de seleccionar a las mejores mujeres y hombres se encuentra en manos del CDE priista. Astudillo ya les abrió las puertas.
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